Lo
que está pasando, es que quienes controlan en el mundo el poder
financiero se están haciendo con el poder político a través de la deuda
de los estados. Y lo están haciendo con el visto bueno de nuestros
gobernantes y ante la incapacidad de una reacción organizada de la
sociedad. Las consecuencias serán a medio plazo muy graves ya que se
pone en peligro la democracia y se apunta a un sistema social nuevo en
el que las fuerzas económicas y financieras tendrán en sus manos también
el poder político. Podemos decir que nos estaríamos acercando, si no lo
remediamos, a lo que George Orwell relató en la novela 1984 o Aldous
Huxley en Un mundo feliz. ¿Qué es un plan de rescate? Los llamados
“planes de rescate” organizados por la Unión Europea y el FMI, que se
nos imponen como única y desesperada solución ante la bancarrota, son
planes diseñados para una sola cosa: salvaguardar el beneficio de los
especuladores y minimizar sus riesgos.
No
es en absoluto un plan para aliviar la situación en la que vivimos, ni
para generar desarrollo económico que cree trabajo, ni para redistribuir
más justamente la riqueza entre todos, ni tampoco para mantener una
serie de derechos sociales (sanidad, pensiones, prestaciones a
parados,…); muy al contrario, son planes para que, los mercados sigan
cobrando. ¿Quiénes son esos "mercados" a los que hay que contentar? No
son ni más ni menos que el conjunto de bancos de inversión, compañías de
seguros, fondos de pensión y fondos especulativos que compran y venden
esencialmente cuatro tipos de activos: divisas, acciones, bonos de los
Estados y productos derivados. Su fuerza es colosal y ninguna economía
nacional, por poderosa que sea, puede resistir los asaltos de los
mercados cuando éstos deciden atacarla de forma coordinada, como lo
están haciendo desde hace más de un año contra Portugal, Irlanda,
Italia, Grecia y España. Pero lo más grave es que se trata de una
agresión desde dentro, ya que sus principales protagonistas son los
propios bancos europeos, las compañías europeas de seguros, los fondos
especulativos europeos, los fondos europeos de pensiones, los que
administran los ahorros de los europeos.
Ellos
son quienes poseen la parte principal de la deuda soberana europea. Y
quienes, para defender los intereses de sus clientes, especulan y hacen
aumentar los tipos de interés que pagan los estados por endeudarse,
hasta llevar a algunos al borde de la quiebra. Lo anterior supone un
importante castigo para los ciudadanos que deben soportar las medidas de
austeridad y los brutales ajustes decididos por los gobiernos europeos
para pagar la deuda y calmar a los "mercados" buitres, o sea a sus
propios bancos... Estas entidades consiguen con facilidad dinero del
Banco Central Europeo al 1,25% de interés, y se lo prestan a países como
España al 6,5%. Lo que es obvio es que la “crisis” es en realidad un
ataque económico organizado, y lo que se nos presenta como “deuda” es un
producto cuidadosamente diseñado como arma de sometimiento social.
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